En medio del caos desatado por el incendio en la Central de Abastos de Tultitlán,
una figura emergió como un verdadero héroe, Juan José Rosales González un miembro que se encuentra en rehabilitación del centro de rehabilitación de ACME dentro de la central de abastos coordinado por Oliver Sierra y todo su equipo. En una demostración de valentía y desinterés, José arriesgó su vida para salvar a otros durante este desafortunado incidente.
El día de ayer, mientras el fuego devoraba los pasillos de la Central de Abastos, nuestros compañeros de ACME se enfrentaron a un desafío monumental. José Rosales González se encontraba en las oficinas del centro de rehabilitación de ACME dentro de la central de abastos junto al coordinador Oliver Sierra cuando el estruendo del incendio los alertó. Rápidamente, se lanzaron a la acción para calmar a la gente y asegurar que todos estuvieran a salvo.
Sin embargo, la valentía de José se destacó cuando identificó un tanque de gas que representaba un peligro inminente de explosión. Con total desprendimiento y sin pensar en su propia seguridad, se adentró en el peligro, sorteando las llamas para mover el tanque lejos del fuego. Su heroica acción fue crucial para contener la catástrofe y evitar mayores pérdidas.
A pesar de su coraje, José no salió ileso. Sufrió quemaduras durante su acto heroico, pero su sacrificio no pasó desapercibido. La asociación ACME respondió de inmediato, brindando ayuda a los comerciantes afectados y colaborando estrechamente con los bomberos para controlar la situación.
La historia de José Rosales González es un recordatorio conmovedor del poder del altruismo y la valentía en tiempos de adversidad. Su heroísmo no solo salvó vidas, sino que también inspiró a todos nosotros a ser mejores y a estar dispuestos a sacrificarnos por el bienestar de los demás. José es un verdadero héroe, un ejemplo vivo de lo que significa ser un ciudadano ejemplar.